22 de noviembre de 2012

DOS PÁRRAFOS SOBRE “NUEVA RESIDENCIA”


“Con este poemario estoy cerrando una etapa muy importante en mi experiencia poética. Es un período marcado por la partida de familiares cercanos que de cierta forma, orientaron mi interés por la literatura y especialmente por la poesía. Tanto Periferia como Caraja, mis anteriores trabajos, tienen el elemento común de la historia ancestral, de los antepasados como figuras de enseñanza y valor, quizás no tanto como ejemplos de persona pues todos tenemos defectos, pero sí como iluminadores de un camino, de una forma de encarar la vida. Nueva Residencia es el canto final, el último guiño a la materia que se transformó en polvo, una elegía donde me despido definitivamente de mis muertos tras experimentar poéticamente su presencia en los elementos de la naturaleza, en los jardines, en las abejas y las mariposas, en los caminos de las flores y en la vieja aldea cuyos campesinos siguen trabajando la tierra “con los mismos gestos de hace un siglo”, a decir de Teillier. Justamente, son esos preciados ingredientes que componen el maravilloso concepto de lo lárico, la poesía de los lares, de la frontera, los que componen esta Nueva Residencia, que si bien es un adiós, al mismo tiempo es un hasta siempre, porque pase lo que pase, siempre a nuestro lado estará la tierra, el aroma de sus jardines y la belleza del vuelo como metáfora de alimento y expansión”.

“Todos tendremos en algún momento una Nueva Residencia. La tierra, el árbol, el surco que alimenta la semilla con agua, el camino que nadie ha transitado, la abeja que parece errante pero que sin embargo tiene plena conciencia de la búsqueda floral de un tesoro para llevar a su colmena. Pienso que esa maravilla de la naturaleza tiene mucho que ver con la transformación de la materia, pues la materia es espíritu y el espíritu energía, entonces esa sabiduría que de repente nos sorprende en la naturaleza, no es más que la gloriosa armonía del universo expandiéndose, y la muerte humana no es la muerte oscura del purgatorio y el infierno/cielo católico, sino la integración de nuestras vidas a la canción luminosa de ese universo en expansión. Por eso me identifico plenamente con la visión de Jorge Teillier, en el sentido de que lo importante en la poesía no es lo estético, sino la creación del mito y de un espacio o tiempo que trasciendan lo cotidiano, utilizando lo cotidiano, donde el poeta no debe significar sino ser. En mi caso, la Nueva Residencia fue una hermosa revelación, que terminó por desatar un pesado nudo que cargué durante años en mi pecho, esa pesadumbre de la muerte, de la desaparición de la carne y la voz, sólo superada por el canto de los jardines azules que encontré vagando solitario por los confines de una bucólica república personal”.

Absalón Opazo, Buenos Aires, Noviembre 2012.-

8 de noviembre de 2012

Nueva Residencia/Ediciones Periféricas/Buenos Aires /Octubre 2012


En este poemario el hablante se sitúa en un valle a los pies de la Cordillera de los Andes, en la zona del Elqui, en Chile. Ahí experimenta un contacto poético con los maestros enterrados, aquellos titanes que desde su trinchera poética, social y campesina dejaron sus manos por forjar una sociedad más justa, llena de ideales, escuelas y libros. Con un tono que transita entre la elegía y lo lírico, este volumen de Absalón Opazo contiene preciados ingredientes de la rica tradición poética de la provincia. Lo lárico, lo creacionista, encuentran aquí la musicalidad que precisa el desafío de construir un poco de infinito para el hombre, un poco de amor para las aldeas.


1 de octubre de 2012

El Manantial

La corteza de un árbol
reviste mi alma

en mí
la dureza de la tierra
el animal quejido del invierno
la honda boca de la primavera

en mí el manantial de los planetas
el curso de agua que atraviesa
con pulcritud senil mi cuarto
el que me hizo crecer

La corteza de un árbol
reviste mi alma

anota sus huellas vegetales
en un blanco papel
que también le pertenece

y deposita su flora
en el cántaro poema

que yo llevo y traigo
de manantial en manantial

***


Yo te entrego una copa
esta que ves aquí
una copa que alguien ya creó
y verseó

Yo te la entrego a ti
tómala por nuestros pueblos
porque se levanten nuevamente
a mirar el porvenir

Llévala contigo
por los caminos de tu vid
en tu almuerzo diario
en tus noches solitario

en tu mundo crónico

Llévala en tu trabajo
eres más que ellos

Al fin puedes ver
que la historia de verdad
la hacemos nosotros
la hace nuestra palabra

El diccionario que vale
está en tus manos

***


Potente savia que da la sangre
la poesía ha cumplido su palabra
ha llevado vida a la muerte
ha entregado piezas al mundo

y el silencio ahora tiene los versos
que quedarán flotando en el aire

***


La aurora ya se ponía sus calzones
buscaba sus sostenes
y su cuerpo blanco de invierno
era delineado como un tronco inaccesible
como un aroma frutal era su esencia
robusto como mil árboles su seno
embriagador su cabello suelto
desatado como una tormenta de óvulos

y yo sólo la miraba mientras ella
buscaba su ropa

afuera el invierno
reclamaba su presencia

***



La tierra puede recuperarse
es un trabajo arduo pero posible

no todo está perdido
estamos a tiempo de iniciar
una nueva revolución

más conciencias se requieren
antes de la partida

más afecto más respeto
y un verso libre volando

afuera las envidias
y las malas palabras



(...)

28 de septiembre de 2012

Juventud


Lo áspero del tórax,
la lujuria chorreando
en tus ojos que me miran
como dos uvas reventadas:
tu boca dulcemente veneno,
bajando a beber agua 
directo de mis labios,
como un animal celeste
que olvidó su carne.

Gotea en la pared el paso de los años.
Se mueren en silencio los antepasados.
Algo de papel amarillo transita
por el abismo que deja el tiempo
con su paso senil, que a nosotros
no nos importa. Sólo nuestras gotas,
como espejos de seda, inagotables,
encantadoras como un cuerpo de fruta.




(Inédito)

Interior de prisión, Goya


Poemas de "Ático", de Úrsula Starke



Discurso I

Eres la niña de los nichos, cambias sangre de tu sangre, ensucias el lugar que tienes en la mesa, arrastras tu orina de la pieza al pasillo y lloriqueas bajito en la esquina grasienta de la cocina. Eres la vieja del cigarro chupado, la gallina hueca, la ruina familiar, la maldición del tatarabuelo, que obligó al cura santiguar el féretro materno con ortigas, porque los brujos habían corrompido su descendencia femenina de vírgenes locas, viudas secas, hijas enfermas. Escuchas el griterío de las arañas, no tocas la fragancia de los claveles, no caminas como cisne afeminado. Eres hielo dentro y dentro, feosa para los padres, que no alcanzan a olfatear la magulladura todavía húmeda que te hicieron sobre la razón y no cumplen su deber genético para merodear tu cabeza como tiuques tardecinos. Avanza la noche con su coreografía patética y tú ahondas en el excremento de la conciencia en desesperada búsqueda de la lucidez que extraviaste, ese bello equilibrio que te conducía al castillo de la vergüenza. Pero ya sabes que tu organismo esta deteriorado, que un gusano de seda se te metió por la oreja y elabora sus tristezas sobre la neurología retrasada de tu nacimiento. Yo sé que me equivoco, pero estás tan sola, tan sola, tan sola.


Discurso II

Una en mí maté
yo no la amaba

Gabriela Mistral

Tengo el sexo abrumado, me falta un brazo en la conciencia, la danza lúgubre de la demencia esconde su pelusa dentro de mi ojo, enfría la saliva hasta el témpano. No soy la fémina de meneo azucarado, tengo el llanto de hombre bajo los pelos, ando tenébrica y fea entre el gentío de bocas secas, me sobran metáforas cadavéricas cuando lavo mis dientes. No soy la hembra fecunda, mi útero quebradizo alberga el tejido mohoso de las arañas, me sale en medio de las piernas un tulipán de estiércol. Se me resbala el perfume de la oreja, los cabellos fermentan caramelo en mi cráneo, las uñas me germinan como alquitrán y no puedo hacer espejos. Y, cuando nací, todos coronaron mi nombre de rocío, me vistieron de princesita sempiterna, labraron en mi pecho las velas católicas de Jesucristo. Era una muñeca de porcelana rellena de rosas secas. Ellos, todos, todos ellos, pensaron que cruzaría el océano en su barquito de papel lustre para ser la dama de sus cuentos de hadas, pero yo nunca creí en sus cuentos de hadas, sabía desde el vientre que traía un pedazo podrido de alma en las venas, sabía que andaría mortecina por las acequias del barrio, que comería hongos azules en invierno y escribiría poemas turbios cuando nadie me viera. No fui la niña de seda, no soy la niña de seda y me duelen estos versos de tanto no ser mujer.

(...)

27 de septiembre de 2012

Sin lamentos, de Serguéi Esenin

Sin quejas, ni lamentos ni llantos
como el humo a través del florido manzano
hasta mí llegó la marchitez dorada
ya no seré más joven y lozano.
Ya no late con la fuerza de antes
mi corazón tocado por el hielo
y caminar descalzo por el bosque
ya no es una ilusión, no es un anhelo.
El deseo de aventura es menor
y el fuego de los labios ya se ha ido
¡oh mi joven y lejano frescor
mis antaños pletóricos sentidos!
Ahora son escasos mis afanes
¿he vivido mi vida o la he soñado?
Es como si en un alba primaveral
galopé sobre un caballo rosado.
Nuestro destino es frágil y finito
el cobre de las hojas lento emana
por todos los siglos sea bendito
lo que florece hoy para morir mañana.

19 de agosto de 2012

Población Porvenir de Playa Ancha


Mis manos
tocan el agua
la oscura masa
se contrae
y sopla un breve viento
de algas marinas
conchas fósiles
con pedazos de
piedras flotando
invisibles a mi
alrededor.
Hay una magia
escondida en el
vómito del mar
y en tus ojos distantes
criatura marítima
cuando los pelícanos
pestañean el amanecer
y una gaviota se olvida
de despertar
en el ocaso de la luna.
Una magia que no sabe
que es magia
una masa que no sabe
que es masa. Sólo
la negra constelación
de lo material
mientras el nervio se contrae
y el mar vive, canta,
en cada pedazo de mí.

Monumento al Mar, de Vicente Huidobro


Paz sobre la constelación cantante de las aguas
Entrechocadas como los hombros de la multitud
Paz en el mar a las olas de buena voluntad
Paz sobre la lápida de los naufragios
Paz sobre los tambores del orgullo y las pupilas tenebrosas
Y si yo soy el traductor de las olas
Paz también sobre mí.
He aquí el molde lleno de trizaduras del destino
El molde de la venganza
Con sus frases iracundas despegándose de los labios
He aquí el molde lleno de gracia
Cuando eres dulce y estás allí hipnotizado por las estrellas
He aquí la muerte inagotable desde el principio del mundo
Porque un día nadie se paseará por el tiempo
Nadie a lo largo del tiempo empedrado de planetas difuntos
Este es el mar
El mar con sus olas propias
Con sus propios sentidos
El mar tratando de romper sus cadenas
Queriendo imitar la eternidad
Queriendo ser pulmón o neblina de pájaros en pena
O el jardín de los astros que pesan en el cielo
Sobre las tinieblas que arrastramos
O que acaso nos arrastran
Cuando vuelan de repente todas las palomas de la luna
Y se hace más oscuro que las encrucijadas de la muerte
El mar entra en la carroza de la noche
Y se aleja hacia el misterio de sus parajes profundos
Se oye apenas el ruido de las ruedas
Y el ala de los astros que penan en el cielo
Este es el mar
Saludando allá lejos la eternidad
Saludando a los astros olvidados
Y a las estrellas conocidas.
Este es el mar que se despierta como el llanto de un niño
El mar abriendo los ojos y buscando el sol con sus pequeñas
                                                             /manos temblorosas
El mar empujando las olas
Sus olas que barajan los destinos
Levántate y saluda el amor de los hombres
Escucha nuestras risas y también nuestro llanto
Escucha los pasos de millones de esclavos
Escucha la protesta interminable
De esa angustia que se llama hombre
Escucha el dolor milenario de los pechos de carne
Y la esperanza que renace de sus propias cenizas cada día.
También nosotros te escuchamos
Rumiando tantos astros atrapados en tus redes
Rumiando eternamente los siglos naufragados
También nosotros te escuchamos
Cuando te revuelcas en tu lecho de dolor
Cuando tus gladiadores se baten entre sí
Cuando tu cólera hace estallar los meridianos
O bien cuando te agitas como un gran mercado en fiesta
O bien cuando maldices a los hombres
O te haces el dormido
Tembloroso en tu gran telaraña esperando la presa.
Lloras sin saber por qué lloras
Y nosotros lloramos creyendo saber por qué lloramos
Sufres sufres como sufren los hombres
Que oiga rechinar tus dientes en la noche
Y te revuelques en tu lecho
Que el insomnio no te deje calmar tus sufrimientos
Que los niños apedreen tus ventanas
Que te arranquen el pelo
Tose tose revienta en sangre tus pulmones
Que tus resortes enmohezcan
Y te veas pisoteado como césped de tumba
Pero soy vagabundo y tengo miedo que me oigas
Tengo miedo de tus venganzas
Olvida mis maldiciones y cantemos juntos esta noche
Hazte hombre te digo como yo a veces me hago mar
Olvida los presagios funestos
Olvida la explosión de mis praderas
Yo te tiendo las manos como flores
Hagamos las paces te digo
Tú eres el más poderoso
Que yo estreche tus manos en las mías
Y sea la paz entre nosotros
Junto a mi corazón te siento
Cuando oigo el gemir de tus violines
Cuando estás ahí tendido como el llanto de un niño
Cuando estás pensativo frente al cielo
Cuando estás dolorido en tus almohadas
Cuando te siento llorar detrás de mi ventana
Cuando lloramos sin razón como tú lloras
He aquí el mar
El mar donde viene a estrellarse el olor de las ciudades
Con su regazo lleno de barcas y peces y otras cosas alegres
Esas barcas que pescan a la orilla del cielo
Esos peces que escuchan cada rayo de luz
Esas algas con sueños seculares
Y esa ola que canta mejor que las otras
He aquí el mar
El mar que se estira y se aferra a sus orillas
El mar que envuelve las estrellas en sus olas
El mar con su piel martirizada
Y los sobresaltos de sus venas
Con sus días de paz y sus noches de histeria
Y al otro lado qué hay al otro lado
Qué escondes mar al otro lado
El comienzo de la vida largo como una serpiente
O el comienzo de la muerte más honda que tú mismo
Y más alta que todos los montes
Qué hay al otro lado
La milenaria voluntad de hacer una forma y un ritmo
O el torbellino eterno de pétalos tronchados
He ahí el mar
El mar abierto de par en par
He ahí el mar quebrado de repente
Para que el ojo vea el comienzo del mundo
He ahí el mar
De una ola a la otra hay el tiempo de la vida
De sus olas a mis ojos hay la distancia de la muerte

De Últimos Poemas, póstumo, 1948

15 de agosto de 2012

Blue

Veré nuevos rostros
Veré nuevos días
Seré olvidado
Tendré recuerdos
Veré salir el sol cuando sale el sol
Veré caer la lluvia cuando llueve
Me pasearé sin asunto
De un lado a otro
Aburriré a medio mundo
Contando la misma historia
Me sentaré a escribir una carta
Que no me interesa enviar
O a mirar a los niños
En los parques de juego.

Siempre llegaré al mismo puente
A mirar el mismo río
Iré a ver películas tontas
Abriré los brazos para abrazar el vacío
Tomaré vino sí me ofrecen vino
Tomaré agua si me ofrecen agua
Y me engañaré diciendo:
"Vendrán nuevos rostros
Vendrán nuevos días".


*
Poema de Jorge Teillier, extraído del libro "Un pueblo fantasma", de 1978.-

11 de agosto de 2012

Vibración positiva

Todos los corazones
plantados al infinito

la cacería de soles
ha comenzado
a buscar la luz de cada uno

el fulgor propio
de nuestro rincón en el universo

quizás una piedra
quizás una ola
quizás la luna

poniéndose doliente
en el horizonte de un lago

quizás un pájaro nuevo
quizás un recuerdo

quizás la montaña que somos

Vibración positiva
volumen bajo en el alma
para conectar con el latido que duerme
en las raíces de los árboles

en la corteza púber de la conciencia


* Extraído de Caraja (2008)

21 de julio de 2012

Los hijos de los días, de Eduardo Galeano

Y los días se echaron a caminar.
Y ellos, los días, nos hicieron.
Y así fuimos nacidos nosotros,
los hijos de los días,
los averiguadores,
los buscadores de la vida.

(El Génesis, según los mayas)

Enero 7
La nieta

Soledad, la nieta de Rafael Barrett, solía recordar una frase del abuelo:
–Si el Bien no existe, hay que inventarlo.
Rafael, paraguayo por elección, revolucionario por vocación, pasó más tiempo en la cárcel que en la casa, y murió en el exilio.
La nieta fue acribillada a balazos en Brasil, en el día de hoy de 1973.
El cabo Anselmo, marinero insurgente, jefe revolucionario, fue quien la entregó.
Harto de ser un perdedor, arrepentido de todo lo que creía y quería, él delató, uno por uno, a sus compañeros de lucha contra la dictadura militar brasileña, y los envió al suplicio o al matadero.
A Soledad, que era su mujer, la dejó para el final. El cabo Anselmo señaló el lugar donde ella se escondía, y se alejó.
Ya estaba en el aeropuerto cuando sonaron los primeros tiros.

Enero 9
Elogio de la brevedad

Hoy se publicó, en Filadelfia, en 1776, la primera edición de Sentido común.
Thomas Paine, el autor, sostenía que la independencia era un asunto de sentido común contra la humillación colonial y la ridícula monarquía hereditaria, que tanto podía coronar a un león como a un burro.
Este libro de cuarenta y ocho páginas se difundió más que el agua y el aire, y fue uno de los papás de la independencia de los Estados Unidos.
En 1848, Karl Marx y Friedrich Engels escribieron las veintitrés páginas del Manifiesto comunista, que empezaba advirtiendo: Un fantasma recorre Europa… Y ésta resultó ser la obra que más influyó sobre las revoluciones del siglo veinte.
Y veintiséis páginas sumaba la exhortación a la indignación que Stéphane Hessel difundió en el año 2011.
Esas pocas palabras ayudaron a desatar terremotos de protesta en varias ciudades. Miles de indignados invadieron las calles y las plazas, durante muchos días y noches, contra la dictadura universal de los banqueros y los guerreros.

Enero 10
Distancias

Tosiendo marchaba el coche. Y a los tumbos, apilados dentro del coche, viajaban unos músicos. Ellos iban a alegrar una reunión de campesinos, pero ya llevaban un largo rato perdidos en los hirvientes caminos de Santiago del Estero.
Los despistados no tenían a quién preguntar. Nadie había, nadie quedaba, en aquellos desiertos que habían sido bosques.
Y de pronto apareció, en una nube de polvo, una niña en bicicleta.
–¿Cuánto falta? –preguntaron.
Y ella dijo:
–Falta menos.
Y en el polvo se fue.

Enero 11
El placer de ir

En 1887 nació, en Salta, el hombre que fue Salta: Juan Carlos Dávalos, fundador de una dinastía de músicos y poetas.
Según dicen los decires, él fue el primer tripulante de un Ford T, el Ford a bigote, en aquellas comarcas del norte argentino.
Por los caminos venía su Ford T, roncando y humeando. Lento, venía. Las tortugas se sentaban a esperarlo.
Algún vecino se acercó. Preocupado saludó, comentó:
–Pero don Dávalos… A este paso, no va a llegar nunca.
Y él aclaró:
–Yo no viajo por llegar. Viajo por ir.

Enero 12
La urgencia de llegar

En esta mañana del año 2007, un violinista ofreció un concierto en una estación de metro de la ciudad de Washington.
Apoyado contra la pared, junto a un tacho de basura, el músico, que más parecía un muchacho de barrio, tocó obras de Schubert y otros clásicos, durante tres cuartos de hora.
Mil cien personas pasaron sin detener su apurado camino. Siete se detuvieron durante algo más que un instante. Nadie aplaudió. Hubo niños que quisieron quedarse, pero fueron arrastrados por sus madres.
Nadie sabía que él era Joshua Bell, uno de los virtuosos más cotizados y admirados del mundo.
El diario The Washington Post había organizado este concierto. Fue su manera de preguntar:
—¿Tiene usted tiempo para la belleza?

Enero 17
El hombre que fusiló a Dios

En 1918, en Moscú, en plena efervescencia revolucionaria, Anatoli Lunacharski encabezó el tribunal que juzgó a Dios.
Una Biblia fue sentada en el banquillo de los acusados. Según el fiscal, Dios había cometido, a lo largo de la historia, numerosos crímenes contra la humanidad. El abogado de oficio alegó que Dios era inimputable, porque padecía demencia grave; pero el tribunal lo condenó a muerte.
Al amanecer del día de hoy, cinco ráfagas de ametralladora fueron disparadas al cielo.

Enero 27
Para que escuches el mundo

Hoy nació, en 1756, Wolfgang Amadeus Mozart.
Siglos después, hasta los bebés aman la música que nos dejó.
Está comprobado, muchas veces y en muchos lugares, que el recién nacido llora menos y duerme mejor cuando escucha la música de Mozart.
Es la mejor bienvenida al mundo, la manera mejor de decirle:
–Ésta es tu nueva casa. Y así suena.

Marzo 6
La florista

Georgia O’Keeffe vivió pintando, durante casi un siglo, y pintando murió.
Sus cuadros alzaron un jardín en la soledad del desierto. Las flores de Georgia, clítoris, vulvas, vaginas, pezones, ombligos, eran los cálices de una misa de acción de gracias por la alegría de haber nacido mujer.

Abril 3
Buenos muchachos

En 1882, una bala entró en la nuca de Jesse James. La disparó su mejor amigo, para cobrar la recompensa. Antes de convertirse en el más famoso bandolero, Jesse había combatido contra el presidente Lincoln, en las filas del ejército esclavista del sur. Cuando los suyos perdieron la guerra, no tuvo más remedio que cambiar de trabajo. Así nació la banda de Jesse James.
La banda, que usaba máscaras del Ku Klux Klan, inició sus actividades asaltando un tren por primera vez en la historia de los Estados Unidos; y tras desplumar a todos los pasajeros, se dedicó a desvalijar bancos y diligencias.
La leyenda cuenta que Jesse fue algo así como un Robin Hood del Salvaje Oeste, que robaba a los ricos para ayudar a los pobres, pero nunca nadie conoció a un pobre que hubiera recibido una moneda de sus manos.
En cambio, sí está probado que él ayudó mucho a Hollywood. La industria del cine le debe cuarenta películas, casi todas exitosas, donde los más famosos astros, desde Tyrone Power hasta Brad Pitt, han empuñado su revólver humeante.

Apunten, disparen...

F U E G O ! ! !



"Farándula ciega, farándula muerta"

18 de junio de 2012

Antipoesía

Advertencia al lector

El autor no responde de las molestias que puedan
    ocasionar sus escritos :
Aunque le pese
El lector tendrá que darse siempre por satisfecho
Sabelius, que además de Teólogo fue un humanista consumado,
Después de haber reducido a polvo el dogma de
              la Santísima Trinidad
¿Respondió acaso por su herejía?
Y si llegó a responder, ¡cómo lo hizo!
¡En que forma descabellada!
¡Basándose en qué cúmulo de contradicciones!
Según los doctores de la ley este libro no debiera publicarse:
La palabra arco-iris no aparece en él en ninguna parte,
Menos aún la palabra dolor,
La palabra tormento.
Sillas y mesas sí que figuran a granel,
¡Ataúdes!, ¡útiles de escritorio!
Lo que me llena de orgullo
Porque, a mi modo de ver, el cielo se está cayendo a pedazos.
Los mortales que hayan leído el Tractatus de Wittgenstein
Pueden darse con una piedra en el pecho
Porque es una obra difícil de conseguir:
Pero el Círculo de Viena se disolvió hace tres años,
Sus miembros se dispersaron sin dejar huellas
Y yo he decidido declarar la guerra a las Cavalieri della luna.
Mi poesía puede perfectamente no conducir a ninguna parte:
"Las risas de este libro son falsas", argumentarán mis detractores
"Sus lágrimas, ¡artificiales!"
"En vez de suspirar, en estas páginas se bosteza"
"Se patalea como un niño de pecho"
"El autor se da a entender con estornudos"
Conforme: os invito a quemar vuestras naves,
como los fenicios pretendo fabricarme mi propio alfabeto
"¿A que molestar al público entonces?", se preguntarán los amigos lectores:
"Si el propio autor empieza a desprestigiar sus escritos,
¡Qué podrá esperarse de ellos!".
Cuidado, yo no desprestigio nada
O, mejor dicho, yo exalto mi punto de vista,
Me vanaglorio de mis limitaciones
Pongo por las nubes mis creaciones.
Los pájaros de Aristófanes
Enterraban en sus propias cabezas
Los cadáveres de sus padres.
(Cada pájaro era un verdadero cementerio volante)
A mi modo de ver
Ha llegado la hora de modernizar esta ceremonia
¡Y yo entierro mis plumas en la cabeza de
                               los señores lectores!


Nicanor Parra.
(Poemas y Antipoemas)

16 de junio de 2012

Noche de junio

Una fogata se alimenta
con estas páginas.

El mismo fuego de siempre,
amarillo cósmico su corazón.

Un prado de insectos voladores,
que brillan con el sol.

Un jardín de rosas liberadas,
una especie digna de poesía.

Y la mirada inconclusa
del ojo azul del planeta.

Un espacio sin muros,
una alfombra sin pieles.

Una fogata se alimenta
con estas páginas.

25 de mayo de 2012

Poema de Aurora

Un pájaro canta
en alguna nube pasajera.
Una canción de partida.
Y el jardín florece
con tu flauta pequeña,
con tus manos aún más pequeñas,
concientes de lo musical de la forma,
de lo dulce del tubo,
suave contorno del sonido.

Es el fantástico encuentro
del viento con los labios;
el vestigio hermoso y preciso
del amor del universo.
La flauta musical de los días,
el aroma suave de tus manos
agitando mariposas, diurnas
e invisibles para el común,
como el pájaro verde que canta
en alguna nube pasajera,
y nos arroja sus lágrimas
antes de cantar el último trino,
para dejar un nuevo color
en tu piel.

Un pájaro canta cuando tomas tu flauta.
En las profundidades del universo,
una estrella nace con el sonido.

Un pájaro canta
en alguna nube pasajera.

6 de mayo de 2012

Lluvia de Mayo

Hoy descansas
y es cierto que me hablas,
siempre.

La suavidad de la tela.
La dedicación del tejido.
El hermoso contorno
de tus lápices,
el profundo perfume
de tus hojas nuevas,
recién sacadas del envase,
blancas, vírgenes, pálidas.

Una tarde de otoño
y una escuela vacía.

Tu mirada perdida
en la lejanía,
en la tarde poderosa,
dulce régimen musical
de la quebrada garganta.

Ese silencio me sirve hoy
para escucharte.
Un canto de agua invisible,
una profunda escalera
hacia el último camino.

18 de abril de 2012

Pavel Oyarzún, Arte Poética

Despierte el herido de muerte, caído, como está, de bruces.
Levante la delgada, flamígera, contextura acribillada.
Haga abandono de la escena del crimen.
Resuelva en la altura de un aire vivo, la vida nueva.
Reincorpore el otrora derribado corazón. Huya de la muerte en el acto.
Tórnese invisible en el cadalso, imperceptible en el punto de mira:
faena imposible de los verdugos.
Sume su juventud sin mácula, a la de otros caídos,
en prematuro sacrificio.
Retorne, a modo de simiente pura, a la tierra.
Vuelva, confundido en multitud, bajo el sol de los rebeldes,
en procura de la esperanza.
Regrese a este mundo, como quien dice
que le sobra juventud para lavar afrentas.


*
En memoria de Marcelo Barrios, joven magallánico, militante del FPMR, asesinado en el Cerro Yungay de Valparaíso por tropas de la Infantería de Marina el 31 de agosto de 1989.

Extraído de la antología "El lugar de la memoria, Otro Mundo es Posible. Poetas y Narradores de Chile" (Editorial Ayún).

18 de marzo de 2012

Araucaria, de Pablo Neruda

Todo el invierno, toda la batalla,
todos los nidos del mojado hierro,
en tu firmeza atravesada de aire,
en tu ciudad silvestre se levantan.

La cárcel renegada de las piedras,
los hilos sumergidos de la espina,
hacen de tu alambrada cabellera
un pabellón de sombras minerales.

Llanto erizado, eternidad del agua,
monte de escamas, rayo de herraduras,
tu atormentada casa se construye
con pétalos de pura geología.

El alto invierno besa tu armadura
y te cubre de labios destruidos:
la primavera de violento aroma
rompe su sed en tu implacable estatua:
y el grave otoño espera inútilmente
derramar oro en tu estatua verde.


*Publicado en "Canto General"
Foto: Parque Nacional Cordillera de Nahuelbuta

15 de febrero de 2012

Tres preguntas a Huidobro: García Lorca, Neruda y España

¿Qué piensa de García Lorca?
"Que es un poeta muy mediocre. Para mí no tiene ningún interés. En general los poetas españoles carecen de imaginación y de inteligencia poética. La literatura española está aplastada por la retórica, esa terrible retórica del Mediterráneo, mantiene ahogados bajo su lápida a todos los escritores de España, de Italia y muchos de Francia. Bueno, en realidad Italia no tiene escritores, sino escribanos, como el imbécil del tal Petigrilli, el tonto furibundo de Marinetti y el tonto estético de D'Annunzio, con su cortejo de frases con miriñaques y criolinas. Es increíble en el país del Dante, de su genio cósmico, asombroso, que cada día me parece más admirable. Lo mismo sucede en España. ¿Cómo es posible que el magnífico impulso dado por los grandes poetas del Siglo de Oro no haya tenido continuidad? ¿Qué se hizo el genio español? Esto ha sido siempre para mí un motivo de misterio y de miles de conjeturas. Seguramente el descubrimiento de América desvió la imaginación española hacia la aventura vital de los exploradores y conquistadores, y la alejó de toda aventura intelectual; el español puso su acento en otra clase de conquistas que las espirituales. Y luego la retórica, la terrible retórica mediterránea, es como una lápida sobre el corazón, como un casco apretando los sesos; una verdadera armadura de hierro. Fíjese usted que todos los españoles de hoy escriben con un tono engolado, que parece salido de otros siglos, en un estilo tieso, rígido, con carrasperas de fantasmas y frío, de catedrales o humedad de cementerios. Escribir bien para un español es escribir como se escribía antes. Por eso la literatura española tiene tan poca vida. No han producido nada en una cantidad de ramas y subramas de las letras. No tienen un solo gran dramaturgo, ni un novelista de primer plano, ni un psicólogo, ni un gran pensador. No hay en España un Dostoievsky, ni un Gogol, ni un Tolstói, ni un Standhal, ni un Balzac, ni siquiera un Proust, ni un Meredith, ni un Goethe, ni un Holderlin, ni un Nietszche, para no nombrar sino autores de todos conocidos. Lo mejor que ha tenido la literatura española en los últimos tiempos es, acaso, Valle Inclán, a pesar de su voz engolada. No hubo en España un Victor Hugo, un Musset, un Baudelaire, un Rimbaud, un Lautreamont, un Mallarmé, ni nada comparable. Mientras Inglaterra poseía un Byron, un Shelley, un Black, España no tenía sino un Zorrilla, un Esprocenda, un Núñez de Arce, o novelistas como el señor Pereda, que todavía se atreven a editar los editores hispanos. Frente a esas montañas, unos tres o cuatro melones huecos. Desde el Siglo de Oro, las letras españolas son un desierto intelectual hasta Ruben Darío. Ésta es la verdad, la muy triste verdad".

¿Qué piensa de Pablo Neruda?
"¿Con qué intención me hace usted esta pregunta? ¿Es forzoso bajar de plano y hablar de cosas mediocres? Usted sabe que no me agrada lo calugoso, lo gelatinoso. Yo no tengo alma de sobrina de jefe de estación. Estoy a tantas leguas de todo eso".

¿Cree usted que esa poesía que usted llama gelatinosa puede hacer escuela en América?
"Es posible, pero sólo entre los mediocres. Es una poesía fácil, bobalicona, al alcance de cualquier plumífero. Es, como dice un amigo mío, la poesía especial para todas las tontas de América".


Fragmento de entrevista a Huidobro en el diario La Nación, 1939.

11 de febrero de 2012

La aspiración a lo absoluto, a lo infinito, es común a lo bello y a lo bueno, la aspiración a lo inefable

Los grandes estilos del arte, asumen un contenido racial-social, un sonido y un quejido y un sentido de pueblos en orden o que anhelan orden, buscando lo humano. Luego hay que escuchar la humanidad, lo universal, la humanidad continua con la oreja de las culturas, que formulan la situación homogénea, el cosmos del caos. Y aún, no es lo humano, sólo lo humano, el objeto del arte, sino lo cósmico, y el ser humano no sólo es lo que es - la entidad psicológica - sino lo que hemos acordado y permitido que sea: la entidad social, la entidad real, el ser que come, duerme y procrea. Ahora, por ejemplo, el capitalismo descansa en la propiedad individual, valuación a priori del hombre y es falaz y bestial su mentira.

Así, el concepto-dinero, hecho instinto, genera sentimientos, intuiciones, pensamientos, ley, costumbres, la atmósfera humana , y la burguesía da la tónica al arte burgués del instante, al cual superan los grandes artistas REVOLUCIONARIOS.


Pablo De Rokha

Estética (fragmento), Antología de Poesía Chilena Nueva (1935)

3 de febrero de 2012

27 de enero de 2012

La peor resaca del verano

Me costó reconstruir lo que fue esa noche. Partí saliendo a fumarme un pito con mi vecino al mirador de la quebrada. Recuerdo que hablamos de fútbol y de las mafias, que llegó el Loco Juan a pecharnos cigarros, y que después caminamos al bar de Manuel y nos encontramos con que había un apuñalado por una pelea, lo peor para una volada de paragua, porque tuvimos que quedarnos a ayudar al Manuel a quien le debíamos muchos favores, como habernos salvado con almuerzos toda una semana a mi y al Julio (mi vecino), fiarnos cerveza y cigarros, y dejarnos dormir en el bar, así que nos pusimos a vigilarle la barra mientras él y su suegra discutían con los pacos para que no le cerraran el boliche, pues la pelea había sido afuera, y sólo uno de los involucrados (el apuñalado) estaba tomando dentro del bar, así que no era culpa de él, decía el Manuel, pero los pacos estaban decididos a echar a la gente porque habían recibido muchos reclamos de los vecinos sobre la mala conducta y los delitos que rodeaban al bar, y la ley los facultaba para todo, entonces ahí yo me enojé y en la volá les grité a los pacos que todos los vecinos del bar estaban en el bar así que mejor no se agilara porque si entraban los íbamos a echar, con lo cual parece que la cagué pues el paco se engrifó más, dejó de hablar con Manuel y pidió refuerzos, cuento corto, en 20 minutos teníamos un escuadrón de pacos afuera agarrando de una al Manuel y su suegra, que cachando lo que venía, trataban de bajar las cortinas, ahí empezó un escándalo total pues los vecinos que estaban mirando y ayudando al apuñalado, y los parroquianos del bar, se fueron en contra de los pacos, armando una gresca monumental donde los pacos se vieron obligados a replegarse porque les cayó una lluvia de botellas y vasos, y entre medio de todo la ambulancia llegando y los paramédicos llevándose al apuñalado que estaba conciente pero con mucho dolor, porque se quejaba todo el rato, y se veía que tenía una herida mala en el abdomen, con mucha sangre perdida, era increíble la escena, pero no duró mucho porque en pocos minutos llegó otro escuadrón con el doble de pacos, y ahí nos dieron duro, terminamos todos presos en la comisaría, super golpeados y apretados como 10 en una celda insalubre, 5 horas parados hasta que nos soltaron, y después caminando 1 hora hasta la casa, destruidos, con sed y en lo personal, con mucha resaca de paragua.

Cuando llegamos a la pobla, ya de noche, el bar de Manuel había sido clausurado, afuera en la vereda un comisario de los pacos declaraba a la prensa que en el allanamiento habían encontrado cocaína, marihuana y pasta base, lo cual de inmediato me pareció una mentira, pues todos sabíamos que el Manuel no vendía, y tampoco dejaba fumar pitos adentro, ni nada, pero los pacos igual presentaban la cosa como un nuevo golpe al microtráfico, ahí yo me pregunté porqué las cosas tienen que ser así, porqué vivir en una población tiene que ser tan rancio, porqué tenemos que ser siempre culpables de algo, en eso me encuentro en la esquina con Julio que había alcanzado a escapar de la cagada y que al verme me invitó otro porro, para que le contara todo, así que nos fuimos al mirador tal como hace 7 horas, tranquilos, serenos, con ganas de relajarnos y olvidar, en el camino nos encontramos con Pelao y Death Metal que nos acompañaron con otro caño y que después de escuchar la historia, nos invitaron a un asadito donde el hermano de Pelao, en el cerro de al lado, donde nuevamente tuve que contar mi historia a todos los presentes, lo bueno fue que se armó una buena discusión sobre los pacos y su delincuencia de uniforme, que duró harto rato, después pusieron música y algunos empezaron a bailar, otros seguían discutiendo, yo opté por tomar, tomar mucho, mucha cerveza, mucho vino, cuento corto nuevamente, me emborraché, al nivel de no recordar los últimos momentos del asunto, sólo recuerdo la música muy fuerte, muchas risas, y una ronda de paraguas en el patio de atrás que ya fue lo último que me acuerdo coherentemente, de ahí para adelante sólo flashazos, y de nuevo la imagen de los pacos afuera, de mala manera, pasando un parte por ruidos molestos, alguien gritando algo, el dueño de casa borrachísimo insultando al oficial y yéndose preso, y otra vez un escándalo mayor con los pacos pegándole a la gente que 5 minutos antes sólo se divertía, como un karma que siempre llevaremos por vivir aquí pues era imposible que alguien llamara a los pacos por ruidos molestos, si estaban todos los vecinos en el asado. Ahí se me apagó la tele. Desperté en el cerro pelado, arriba de las últimas casas de la toma del Sol, junto a los restos de una fogata, solo, con un dolor terrible en la mandíbula y un moretón en el brazo, y con un perrito chico lamiéndome las mejillas y olfateando unas botellas de cerveza vacías que me recordaron de inmediato todo, todo lo vivido en esa noche del terror en que enfrenté el duro peso de la ley. Ahí empezó mi peor resaca del verano.

18 de enero de 2012

Plaza del Pueblo


"Bajo el sol las sombras, las estatuas, la prole.
Bajo el sol nosotros, y nuestras tumbas abiertas".


(...)

14 de enero de 2012

Buscando a Ciro Alegría (en Arequipa)


Me costó dar con el paradero de este escritor, amigo de Gabriela Mistral y autor de novelas llenas de personajes raros, místicos y comunes, indios cargados con la cruz del espanto en medio de naturalezas majestuosas y severas, con marcas de terremotos y volcanes y ríos invencibles rugiendo ante ellos.

Los temas de Ciro Alegría eran indigenistas, que duda cabe, un término que si revisamos hoy el mapa de nuestra América encontraremos siempre agazapado y en estado de alerta permanente. Sigue vigente y en permanente discusión. Indigenismo es política. En el Perú actual, hay varias comunidades que están siendo intervenidas por las transnacionales mineras, cuyo trabajo está empezando a quebrar los ecosistemas. La pelea ha sido dura y el triunfo de un candidato de centro izquierda en la Presidencia genera más dudas que certezas en las organizaciones indígenas y sociales peruanas.

Entre medio de esto, y mientras todos los negocios y edificios públicos hacían preparativos para las fiestas nacionales del 28 de julio, yo buscaba alguna novela de Ciro Alegría en la agringada Arequipa, la ciudad blanca con sus monasterios y su comercio, con su patrimonio de la humanidad igual que Valparaíso, y por eso las postales se me empezaron a repetir. En el circuito turístico que se ofrece no está el alma del pueblo, del país. Por eso Ciro Alegría y sus indios no aparecieron en las librerías de la calle San Francisco, una de las zonas más circuladas por los turistas europeos y yankis y llena de restaurantes, bares, tiendas de artesanía en serie y escuelas de educación superior. En ese momento me pareció sorprendente el hecho de que uno de los autores peruanos más traducidos en el mundo no existiese en el barrio “cultural” de Arequipa. No tardé en darme cuenta que tenía que buscar en otro lado.

Alguien vinculado a la literatura peruana me comentó que Arequipa era – socialmente – una ciudad “homogénea”, o al menos, más “homogénea” que Lima. Hasta ahora no entiendo cómo alguien se puede formar una visión homogénea de una ciudad latinoamericana, donde la desigualdad campea. Quizás tiene que ver con saber mirar, observar. En las noches de Arequipa, en los barrios de bares y restaurantes, en cada esquina había una chola vendiendo cigarrillos con su guagua durmiendo al hombro. A las 3 de la mañana. ¿Por qué? Al otro día, en el mercado, mucha gente pidiendo limosnas, especialmente a los turistas. ¿Actos homogéneos? En las murallas de los barrios aledaños al centro histórico, en tanto, día a día aparecían nuevas consignas por la unidad del pueblo, por la organización social, por el fin de la privatización del Perú. El contraste entre el país que quiere venderse y el Perú ancestral, eterno, andino, negro y mestizo, es evidente, y el descontento que crece en los barrios periféricos es claro síntoma de que algo viene. Pienso que Ciro Alegría y su literatura estarían hoy ahí, en esa formación, en esas poblaciones sin pavimentar que se esparcen por las montañas áridas de la ruta Arequipa-Yura, en esas asambleas contra la minera y su contaminación. Sus personajes serían quizás un cholo, un bandido enamorado, un indio viajero con mochila y bluejeans, o el pueblo entero con sus banderas.

Así, pensando en sus personajes, en los temas andinos de la tierra dura, casi de manera inconsciente me metí por los barrios no turísticos, no postales, y entre pollos y chicharrones, entre baratelas de ofertas chinas y choclo con queso, descubrí las amplias librerías familiares, con textos escolares, didácticos, novelas, revistas y la infaltable sección de autores peruanos, donde estaba acostado Ciro y sus soberbios relatos de “La Serpiente de Oro” y “Los perros hambrientos”. Ambos libros en una edición muy económica: 7 soles por los dos, algo así como 1.190 pesos chilenos.

Cuando salí de la librería con mi pequeño tesoro, pensé en el exilio de Ciro Alegría, que lo llevó incluso a vivir en Chile. Algo de ese karma quedó, me dije, pero de inmediato me re-cuestioné, ¿no estar en el mapa oficial es realmente un exilio? ¿Quisiera Ciro estar en los actos culturales del gobierno peruano hoy, cuando las mineras y sus mercenarios disparan contra los indígenas que se oponen a la destrucción de sus montañas? ¿Querría él aparecer en el catálogo de la oficina de turismo como su colega Vargas Llosa? Leyéndolo nuevamente, lo dudo mucho. Escritores como Ciro sentían el llamado épico de la historia porque ellos eran la historia, desde sus cuentos y personajes ellos hicieron la historia, nuestra historia, la que buscamos donde quiera que vamos porque habla de nosotros.

Por Absalón Opazo Moreno