20 de septiembre de 2016

Cordón Cerrillos


El último cigarrillo que me fumé
lo recogí del suelo.

Después la policía
acribilló mi pecho
ajustando cuentas
con mi conciencia.

El barrio cerró sus párpados
al mismo tiempo
que yo cerraba los míos.

Y la tierra lloró
cuando al otro día el rocío
pobló las calles con melancólica
humedad (nadie lo supo).